La ciberseguridad es un tema de gran importancia para la Unión Europea, que se enfrenta a amenazas cada vez más sofisticadas y frecuentes en el ámbito digital. Por ello, la Comisión Europea ha propuesto una normativa homogénea de ciberseguridad para toda Europa, con el objetivo de establecer un estándar uniforme de seguridad en toda la UE, evitando la redundancia con las distintas reglamentaciones actuales en los países miembros.
La propuesta de la Comisión se basa en el Reglamento sobre la Ciberseguridad (UE) 2019/881, que creó la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA) y estableció un marco para la certificación de la ciberseguridad de los productos, servicios y procesos TIC. La nueva normativa pretende ampliar el alcance de la certificación a todos los sectores económicos y sociales, así como reforzar el papel de la ENISA como autoridad europea en materia de ciberseguridad.
La normativa homogénea de ciberseguridad para toda Europa tiene varios beneficios potenciales, tanto para los ciudadanos como para las empresas y las administraciones públicas. Entre ellos, se pueden destacar los siguientes:
– Mejorar la confianza y la seguridad en el mercado único digital, facilitando el intercambio de datos y servicios entre los Estados miembros y garantizando un nivel elevado de protección frente a los ciberataques.
– Aumentar la competitividad y la innovación de las empresas europeas, al reducir los costes y las barreras administrativas para obtener certificados de ciberseguridad válidos en toda la UE y al impulsar el desarrollo de soluciones TIC seguras y de calidad.
– Reforzar la resiliencia y la capacidad de respuesta de las infraestructuras críticas y los servicios esenciales, al establecer requisitos mínimos de ciberseguridad para los operadores de estos sectores y al mejorar la cooperación y el intercambio de información entre las autoridades nacionales competentes.
– Promover una cultura de ciberseguridad entre los ciudadanos, las empresas y las administraciones públicas, al sensibilizar sobre los riesgos y las buenas prácticas en el ámbito digital y al fomentar el desarrollo de competencias y capacidades en materia de ciberseguridad.
La normativa homogénea de ciberseguridad para toda Europa es una iniciativa ambiciosa que requiere el apoyo y la colaboración de todos los actores implicados: las instituciones europeas, los Estados miembros, las autoridades nacionales, las empresas, las organizaciones de consumidores y los usuarios finales. Solo así se podrá lograr un espacio digital más seguro, resiliente e integrado en la UE.