El correo electrónico es una herramienta de comunicación corporativa que facilita y agiliza el funcionamiento en una empresa. A pesar de sus grandes beneficios como la accesibilidad, rapidez y la posibilidad de adjuntar archivos, se hace necesario definir un uso correcto y seguro. En algunas ocasiones, los empleados/as pueden enviar documentos confidenciales a quien no debían por error, o bien desvelar la dirección de correo electrónico de clientes o usuarios. En este sentido es muy importante concienciar al personal, a los usuarios/as del correo corporativo de las amenazas y dotarles de las herramientas adecuadas para que hagan un uso seguro del correo.
La entidad debería elaborar unas Políticas de seguridad, en concreto, para el uso del correo electrónico. Estas Políticas como mínimo tendrían que contener:
- Normativa de uso de correo electrónico.
- Instalar aplicaciones antimalware y antispam.
- Instalar tecnología de cifrado y firma digital.
- Desactivar el formato HTML, ejecución de macros y descarga de imágenes.
- Contraseña segura. Elaboradas conforme a la Política de contraseñas.
- Identificación de correos sospechosos.
- Normas para evitar el uso de las redes públicas.
IMPORTANTE
Una utilización segura del correo electrónico corporativo evitaría caer en las trampas de los ciberdelincuentes.