Cualquier empresa que hoy día desee conseguir cierto prestigio dentro de un mercado debe mostrar un alto grado de éxito en el cumplimiento de las normas, tanto de la normativa externa que les viene impuesta, como de las reglas internas de la organización (políticas internas, compromisos, proveedores, etc.)
La reforma del Código Penal en julio de 2015, introduce una novedad importante, como es, la responsabilidad penal de las personas jurídicas, lo que hace necesario que antes de la posible comisión de un delito, la persona jurídica o empresa deba adoptar un modelo de organización y gestión eficaz para prevenir dichos delitos o reducir el riesgo de su comisión. El conjunto de políticas o medidas que garanticen que una empresa (incluidos directivos, empleados y agentes relacionados), cumple con el marco normativo (interno y externo) aplicable, es lo que se conoce como Compliance.
Esta función se puede llevar a cabo por las empresas de dos formas:
- Establecimiento un modelo de gestión de los riesgos desde dentro de la empresa con medidas de vigilancia y control para prevenir posibles delitos.
- De forma descentralizada, contratando los servicios de un profesional especializado en Compliance.
IMPORTANTE
La introducción de esta medida de control puede aportar un gran valor a la empresa evitando riesgos y contribuyendo a una mejor cultura empresarial.