La seudonimización es una técnica que consiste en modificar los datos personales de una persona para que no se pueda identificar directamente. Es una forma de proteger la privacidad y la seguridad de los datos, especialmente cuando se trata de datos sensibles o confidenciales.
La seudonimización se puede realizar de diferentes formas, como por ejemplo:
– Sustituir los nombres y apellidos por iniciales o códigos alfanuméricos.
– Enmascarar o eliminar parte de los números de identificación, como el DNI o el NIF.
– Aplicar algoritmos de cifrado o hash a los datos, de forma que solo se puedan recuperar con una clave o un código.
– Agrupar o categorizar los datos, reduciendo el nivel de detalle o precisión.
La seudonimización no es lo mismo que la anonimización, ya que esta última implica que los datos no se puedan relacionar con ninguna persona, ni siquiera con una clave o un código. La anonimización es más difícil de conseguir y suele implicar una pérdida de información o utilidad de los datos.
La seudonimización es una medida de seguridad que ayuda a cumplir con la normativa de protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) o la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD). Estas normas establecen que los datos personales deben tratarse de forma lícita, leal y transparente, respetando los principios de minimización, exactitud, limitación del plazo de conservación y responsabilidad proactiva.
Para realizar una seudonimización correctamente, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
– La seudonimización debe aplicarse tanto a los datos almacenados como a los transmitidos o compartidos con terceros.
– La seudonimización debe ser proporcional al riesgo y al objetivo del tratamiento de los datos. No se debe seudonimizar más de lo necesario ni menos de lo adecuado.
– La seudonimización debe ser reversible, es decir, que se pueda recuperar la identidad de las personas cuando sea necesario, por ejemplo, para fines legales o contractuales.
– La seudonimización debe garantizar la calidad y la integridad de los datos, evitando errores, inconsistencias o pérdidas de información.
– La seudonimización debe documentarse y registrarse, indicando los métodos utilizados, las claves o códigos empleados y las personas autorizadas para acceder a los datos.
La seudonimización es una herramienta útil para proteger los datos personales, pero no es suficiente por sí sola. También es necesario aplicar otras medidas de seguridad, como el control de accesos, la encriptación, el borrado seguro o la evaluación de impacto. Además, es imprescindible informar a las personas afectadas sobre el tratamiento de sus datos y obtener su consentimiento cuando sea necesario.