El spoofing, o suplantación de identidad, es un ataque cibernético en el que un delincuente se hace pasar por una entidad de confianza, como bancos, empresas o instituciones, con el fin de obtener datos privados sin que la víctima lo perciba. Esta información puede utilizarse para filtrar datos, difundir malware, extorsionar o incluso sustraer dinero.
Este tipo de ataques son cada vez más sofisticados y difíciles de detectar, representando un grave riesgo para las empresas. La filtración de datos confidenciales, el daño reputacional y las posibles sanciones son algunas de sus consecuencias.
¿Cómo protegerse del spoofing? Entre otras medidas:
- Verificar remitentes antes de responder a correos o llamadas desconocidas.
- Evitar proporcionar datos sensibles a través de correos o mensajes no verificados.
- No hacer clic en enlaces sospechosos ni descargar archivos de remitentes dudosos.
- Implementar herramientas de seguridad, como cifrado de correos.
- Asegurar conexiones web con certificados SSL y revisar la URL.
- Actualizar regularmente sistemas y aplicaciones.
- Usar contraseñas seguras y activar la autenticación en dos pasos.
IMPORTANTE
Los principales tipos de spoofing son:
suplantación Web; suplantación correo electrónico (phishing); suplantación SMS (smishing); suplantación telefónica (vishing); suplantación de IP