Las nuevas tecnologías se han incorporado en la actividad de nuestras empresas a una velocidad vertiginosa. Nos permite una mayor productividad, crecimiento económico y ahorro de costes, puesto que estos servicios en la nube aportan agilidad al negocio. El conocimiento de cómo funcionan estas aplicaciones resulta clave para poder contratar el servicio con seguridad.
En este caso, vamos a centrarnos en las aplicaciones en la nube que podemos encontrar en el mercado:
- nube pública: Los clientes utilizan los servicios que son procesados en el mismo servidor que otros clientes. Una de las ventajas es el ahorro de tiempo y costes, aunque por el contrario hay poca transparencia puesto que no sabemos el resto de los recursos que estamos compartiendo.
- nube privada: Los recursos se ofrecen de forma exclusiva para nuestra empresa. Nos ofrece un mayor control de los recursos y seguridad, aunque tiene un elevado coste.
- nube híbrida: incorpora servicios únicos y compartidos con otros clientes. Una de las ventajas es que se maximiza el valor y se reducen costes. El inconveniente es la falta de control de la seguridad entre ambas nubes.
IMPORTANTE
El modelo de aplicación en la nube a elegir dependerá del servicio que desarrollemos y de sus requisitos de seguridad.